Yo he tenido el papá mejor del mundo,
un papa lindo, bueno, inteligente,
al que recuerdo siempre sonriente,
Quien de la vida amó cada segundo.
Un papá con paciencia y con ternura
que en las noches nos contaba cuentos
y sus historias tenían los elementos
suspenso, romance y aventura.
Ese papá ingenioso y creativo
que nos pasaba sus gigantes valores
con imágenes cargadas de colores
que impregnan la memoria con un recuerdo vivo.
Nos enseñó a nadar en la poceta
a montar bicicleta, nos enseño a pensar
nos ensenó a los miedos dominar,
Papá bohemio, trovador y poeta.
Un papá, que aunque se fue temprano
hiriendo para siempre el alma mía,
consciente de la falta que me hacía
No me ha, jamás, soltado de su mano.