Atendido con gran celo
por un médico presente,
nació en un vuelo reciente
un ciudadado del cielo.
Tiene piel de caramelo
y chiquita la nariz
y en su cabello un matiz
azulado, yo presiento,
dicen que el alumbramiento
fue saludable y feliz.
Esta historia que les hago
ocurrió en esta semana
en vuelo de Mexicana
en dirección a Chicago.
Fue cual cariñoso halago
en época navideña,
vino en avión, no en cigüeña
y es por eso que yo auguro
que cuando crezca seguro
en ser piloto se empeña.
Friday, December 8, 2006
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