En México, los ratones
Una fiesta organizaron
Y hasta Mariachis llamaron
Pa’ amenizar con canciones.
Fue de grandes proporciones
la gala, porque sabían
Que unos chefs prepararían
Con su volumen y peso
Una gran tarta de queso
Que a atacar se disponían.
Sesenta horas de trabajo
Tomó hacer la maravilla,
Se usó fresas, mantequilla
Y queso como carajo.
El evento sé que atrajo
Cantidad de comensales
Entre humanos y animales,
La fuente me dijo a mí,
que vio pasear por allí
al mismo Speedy González.
En el colegio “El Tirano”
Que en la isla se fundó
Desde que Chávez llegó
Fue el que más alzó la mano.
La verdad es que hasta al decano
Ya bien frito lo tenía
Porque siempre interrumpía
con su pregunta atorrante
No porque fuera brillante
Sino porque no entendía.
Ahora que ya se ha graduado
Y lleva años ejerciendo
En práctica va poniendo
Lo que allí le fue enseñado
Mas, como alumno aplicado,
Aunque más bruto que un mulo,
Va su pensamiento nulo,
A imprimir en el papel
Para que el mundo con él,
Hoy amaneció este día
Con un nuevo presidente
El que muy recientemente
Eligió la mayoría.
Con extensa simpatía
Ayer su cargo juró
El hombre que demostró
De esta nación la grandeza
Cumpliendo con entereza
La meta que se trazó.
Esperanza de lograr
Su sueño, aunque sea costoso,
En suelo tan generoso
A nadie debe faltar.
Si no logras alcanzar
Tus metas, ¿a quién acusas?
Quizás sea porque no usas
El esfuezo que reclama
Porque el ejemplo de Obama
No deja lugar a excusas.
Un hombre una vez soñó
Aunque les parezca extraño
Y exista un temor profundo
Las bolsas de todo el mundo
Subieron entrando el año
Aunque sea solo un peldaño
Y cierta inquietud persista,
Si me dieran una lista
De actitudes a elegir,
Sólo te puedo decir
que elijo ser optimista.
Nada de “esto está jodido”
O “qué mala está la cosa”
“qué situación tan penosa”
O “qué bajo hemos caído”.
Este mundo siempre ha sido
Así, de inseguro y loco
Si tiempos de antaño evoco
Siempre hay bajada y subida
Y de este enorme caída
Saldremos poquito a poco.
