El banco se equivocó,
aunque ellos poco hacen eso,
y más de unos cien mil pesos
en su cuenta colocó.
El hombre se sorprendió
y rebozando alegría
cerró la cuenta ese día
todo el billete sancando
y llegó a casa llorando
Mientras milagro! decía.
La esposa al verlo radiante,
siendo creyente, yo espero,
que Dios les mandó el dinero
no dudó ni un solo instante.
Con premura delirante,
fueron carretera abajo
llevando consigo el fajo
y en Florida se asentaron,
pero ahí los agarraron
y el milagro...pal carajo.
aunque ellos poco hacen eso,
y más de unos cien mil pesos
en su cuenta colocó.
El hombre se sorprendió
y rebozando alegría
cerró la cuenta ese día
todo el billete sancando
y llegó a casa llorando
Mientras milagro! decía.
La esposa al verlo radiante,
siendo creyente, yo espero,
que Dios les mandó el dinero
no dudó ni un solo instante.
Con premura delirante,
fueron carretera abajo
llevando consigo el fajo
y en Florida se asentaron,
pero ahí los agarraron
y el milagro...pal carajo.
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