En una tienda de esquina
Se apareció un asaltante
Vestido como el gigante
Hombre hecho de plastilina.
Con torpeza cristalina
Se acercó a la dependiente
Y le dijo en tono urgente
Que el dinero le entregara,
Ella se rió en su cara
Y se volteó indiferente.
“Tengo un arma en el bolsillo”!
Le dijo desesperado
Metió la mano apurado
Y se formó un enredillo.
Así fue que el otro pillo,
Que junto con él venía,
Lo recogió y pensaría
No se puede aquí hacer más,
Lo complejo del disfraz
Impidió la fechoría.
En San Diego, ciudad del oeste de California, un hombre intentó robar un 7 Eleven. Pretendiendo no ser descubierto por las cámaras de vigilancia, se disfrazó de Gumby, el hombre de plastilina verde.La dependienta al verlo creyó que era una broma y no le hizo caso. El le dijo que tenía un arma y trató de sacarla del bolsillo, pero con las manos grandes del disfraz se hizo un lio y todo lo que salió del bolsillo fueron 26 centavos que cayeron al suelo. Al final él y su cómplice, que no traía disfraz, se tuvieron que marchar apurados y con las manos vacías. La policía de San Diego los busca, y aunque a Gumby no se pudo identificar, el otro pillo fue nítidamente captado por las cámaras.
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