Todo empezó un día que iba con mi hijo, Juan, en su auto. Estaban poniendo un tema de Led Zeppelin que yo no reconocí. Juan me dijo, “Viste…that’s your guy” “Who?” dije yo. “No reconoces la voz? Es Led Zeppelin”.
Me avergoncé de que sonara una canción de Zep en la radio y yo no la reconociera. Por aquellos días andaba
Gracias a la tecnología y específicamente a YouTube, me tropecé con una serie de videos de actuaciones en vivo de Led Zeppelin que me dejaron patitiesa. Fue como si los acabara de descubrir. Porque una cosa es oírlos en discos y otra cosa es verlos actuando. Yo no los había visto nunca. Cuando vi a aquel flaco, con aquella melena de rizos dorados, sin camisa, con aquel blue jean que parecía pintado sobre su cuerpo, bueno….morí. Durante días retrocedi en tiempo y espacio a aquella época en que Led Zeppelin repletaba los escenarios americanos y yo…bueno, yo estaba en Cuba, comiendo Ché Guevara y una larga retahíla de mártires y ocasionalmente tocando de oído en el piano, Stairway to Heaven, no sé ni cómo.
Pero ahora me veía en aquellos conciertos de Zep. Por unos días viví febrilmente dentro de esos videos de YouTube y casi me podía distinguir entre las todas aquellas cabezas anónimas que movían brazos y piernas y cuello y caderas, al compás de la música. Una que otra vez desperté sin voz por los gritos imaginarios que daba en cada concierto. Entonces me entró la curiosidad por los personajes que componían ese grupo, especialmente, el rubio de la melena larga. De los otros también lei, me informé 13, los conocí, pero finalmente fueron desapareciendo y solo se quedó La Voz, la misma que no había reconocido aquel día en el carro de Juan.
Me lei todo lo que encontré en la internet sobre ellos. Encontré alguna que otra biografía de Robert Plant y seguí buscando y zas, di con sus fotos y wow!, tiene 61 años pero yo lo seguí viendo igual. Me quedé tan sorprendida de saber que estaba por ahí, haciendo música de nuevo y visitando con mucha frecuencia nuestro suelo para asistir a festivales de blues donde quiera que estos se realizan.
Comencé a notar todo lo que estaba relacionado con él como las noticias sobre sus actividades en publicaciones como Rolling Stone Magazine: compré el libro con la vida en fotografía de Led Zeppelin, compré discos viejos de otros proyectos de Plant que no fueron tan exitosos, busqué el disco Raising Sand, que hizo en el 2009 con Alison Krauss y que les valió un Grammy, me asocié a su página web sólo para estar al tanto de lo nuevo que hiciera, pero todo esto era parte de una fantasía de esas que constantemente alimentan mi imaginación. Lo menos que me imaginé jamás es que fuera a venir de pronto a Miami y que yo pudiera ir a verlo. Holly Crap! A todas estas, mi hijo, aficionado por su propia cuenta a la música de Led Zeppelin, me regaló muchas canciones de ellos para mi mp3 y prestó oído a todas mis fantasías porque ellos, los dos, se divierten con mis tonterías y a Juan a mi nos gusta la misma música. Tata comparte algunos gustos musicales, pero Juan todos.
Asi las cosas, hace aproximadamente un mes y medio, escuché en la emisora de Classic Rock, 105.9 FM, que Robert Plant venía al Bayfront park. No podía creerlo. Viene aquí? Al Downtown? OMG…I have to go. Juan, Tata, Robert Plant viene a Miami. Tenemos que ir a verlo. Pues sí, vamos. Pues empiecen a ahorrar para comprar los tickets. Seguro, tenemos que ir. No me pueden embarcar. No claro, bueno, hay que ver lo del trabajo. Bueno, ustedes se las arreglan, pero de que vamos, vamos.
Se acercaba el día y todos los dineros se gastaban en cualquier cosa menos en reservar los tickets. Los horarios de trabajo de ellos tampoco eran favorables. Juan trabaja de noche, y Tata, casi todos los sábados trabaja también así que …Voy a tener que ir sola…pero yo voy. De mis amistades, solamente uno que yo sepa, El Garrix, comparte la pasión Led-Plant, así que tampoco tenía mucha gente con quien descargar esa ansiedad. Por fin, cuando ya el día estaba muy próximo, me puse a buscar tickets y ver cómo estaban ya los precios. Faltaba sólo una semana y pico. Yo había hasta pasado por el hospital tres días, y ya de regreso a la casa no podía pensar en otra cosa que en que me iba a freaking perder a Robert Plant porque de tickets nada.
Un día mirando la página de ticketmaster y calculando los asientos que quedaban, le pregunté a Ciro (padre de mis hijos) si no le gustaría ir a ver a Robertico. Me dijo: Tu sabes qué? Los niños quieren llevarte. Ya ellos habían hablado de eso a mis espaldas. Los niños tenían muy buena intensión de llevarme, pero mi hija estaba reuniendo para su carrito y Juan la estaba ayudando para que lo hiciera y resolviera también un problema en la escuela y que se yo y en fin…Yo podía comprar mi ticket pero dos no, y tres menos…por eso estaba engatusando a Ciro para que fuera. Le dije a Ciro que le preguntara a los niños si por fin me iban a llevar ellos o que…porque yo tenía que resolver eso ya. Pasaron unos dos o tres días antes que por fin Ciro me dijera que había hablado con Juan, que él no podía pagar el ticket ahora porque le había dado el dinero a Tata, pero que él iba a pagar por el ticket de Juan y yo que comprara el mío, y así podíamos ir Juan y yo que en definitiva éramos los más interesados en esa música y ese artista.
Maravilloso. Para mí, nada más maravilloso que ir a ver al CANTANTE DE LED ZEPPELIN EN PERSONA…(nada de Santy en el de los Munstangs, ni Braulio, ni siqueira Diango, que tanto me gustó en su época) NO…ROBER PLANT, LED ZEPPELIN, JODER y en compañía de Juan Manuel l, vaya, por qué Diosito es tan generoso? Pero sí que lo es.
En fin. Ciro me dio la parte de Juan. Yo rápidamente compré los tickets por la internet, muriéndome de miedo que me fueran a vender gato por liebre. Nunca había yo comprado unos tickets así. No eran los tickets normales porque ya los buenos asientos no existían. Así que los tuve que comprar a más alto precio y una compañía que yo no conocía. Pero bueno, siempre guiada por la mano de Dios, los tickets era buenos y auténticos y me llegaron Via
Hasta que no los tuve en la mano no canté victoria. Y aun así, tenía mis reservas. Eran un par de hojas 8 por 11 impresas. La información del boleto y código de barras estaba ahí. Además me mandaron tres o cuatro imeles para confirmar. En realidad todo muy serio y profesional, pero yo siempre en las dudas.
Ya con los tickets en la mano surgió un nubarrón que ensombreció el escenario. Juan había pedido el sábado en el trabajo pero no se lo habían dado. Trataste de cambiar el turno con otro? Si, pero nadie quiso. Ay Juan, que vamos a hacer? No te preocupes que yo invento algo. Pero que vas a inventar? No sé, ya se me ocurrirá…y Ciro, “en última instancia si él no va voy yo.”
Bueno, resignación. Esperemos que Juan pueda ir, y si no pues para Ciro será también una buena experiencia. Tata a todas estas, con el trabajo y el novio nuevo, pues…Robert Plant se podía ir ya sabe él para donde. Por supuesto, si yo no tuviera con quien ir, ella se sacrificaba, pero iba a hacer un verdadero sacrificio para ella, y yo no la iba a poner en ese estrés. El día antes del concierto, todavía no había seguridad de que Juan pudiera ir. Es más, había más seguridad de que no pudiera, aunque yo no perdía las esperanzas.
El sábado por la mañana, me levanté temprano porque quería hacer compritas. Quería comprarme un outfit nuevo para ir a ver a Robert, especialmente unos zapatos que fueran cómodos y a la vez cool. Con los dolores que tengo en la columna, que me afectan la pierna (no se lo digan a Robert) no me imaginaba yo allí con ninguno de los zapatos que tengo que todos me molestan.
Por fin me conseguí los tenis que quería, también me compré unos leggins que parecen jeans y que son cómodos para cualquier cosa. Quería haberme arreglado pies, manos, cejas y de todo, pero el día no me alcanzó para tanto así que me bañé bien y dale.
Juan se fue a trabajar a las cuatro con la promesa de que hablaría con su jefe para que lo dejara salir a las ocho. Íbamos a llegar un poco tarde pero al menos el podría ir. Yo no estaba muy segura todavía de que lo consiguiera y eso seguía empañando mi felicidad. A las cinco, cuando estaba recogiendo a Tata en el trabajo, me llamó Ciro. “Juan me puso un text que dice “tenemos problemas” que será? “Ah pues, que no puede ir. Que le dijeron redondamente que no. Está claro…Wow. que down! Bueno, (dice Ciro) dile a Tata que vaya contigo. Le digo (digo yo) Tata, Juan no puede ir así que vas tú. Eh? No quieres ir? Ay mami, yo la verdad que estoy muy cansada…Y papi, no quiere ir? Si, bueno, no sé, me dijo que debías ir tú. La verdad es que si no vas tú ni Juan, prefiero decírselo a mi amigo el Garrix que yo se que le encantaría ir. Bueno llámalo. Pero tú no quieres ir de verdad? De verdad que no. Le pongo un text primero a Juan: Juan, por fin vas a poder ir? Respuesta: I don’t think so, ma! Corazón partio. Llamo a Ciro. Oye, si tú no quieres ir yo tengo un amigo que seguro quiere ir. Ah si, bueno pues llámalo. (Hmmm, este tampoco quiere ir…y yo que pensaba que si, pues no) Llamo al Garrix. Nada más que tengo un ticket, solo puede ir uno pero la Liz comprendiendo la magnitud del personaje seguro lo deja ir. Pero a esa hora, un sábado, ni Robert Plant pudo sacarlo de sus obligaciones caricaturescas. Ahora sí. Va a tener que ir Ciro, medio desganado porque yo se que si va, es sólo por no perder el ticket. Me doy cuenta que en realidad no le interesa ir. Como es posible que alguien no quiera ir? Pensé en mi sobrina Esperanza…pero joder, novio nuevo también, ni pensar, a esta hora debe andar por Naples. Ciro siguió insistiendo en que consiguiera a alguien. Por qué no llamas a Ritica? A Ritica no le gusta esa música. Ni a Faty, ni a ninguna de mis amigas. Pero bueno, las llamé. No hay peor gestión. Ritica me dijo bluntly, que a ella no le gusta esa música. Yo lo sabía. Lo que es importante para unos es absolutamente insignificante para otros. Llamé a Faty. No contestó. Ella tiene mucho trabajo y los fines de semana se desconecta que no la encuentra uno ni rastreándola con un sabueso. Diana me llamó para otra cosa y estuve a punto de decirle, pero en eso me comentó que Armandíbiri acababa de llegar de viaje. La Diana no lo iba a dejar, así que ni mencioné el asunto. Irene me llamó. Wow, a lo mejor, pero… “Ay, ahora estoy en the Falls porque ….Oh, (iba a decir algo, pero…), Le pongo un text a Ciro. “ Vas tú”. Fin del asunto. Llego a la casa casi a las 6. No pude casi ni descansar. Pruébate los pantalones, los tenis quedaron bien, bueno, déte un buen baño, sécate el pelo, vístete y dale. Ciro fue a tomarse su consabido café a la Giraldilla y regresó a buscarme. Estas lista? Si, pérate, chequeo la cámara y tenía la memoria full. Joder, no me da tiempo a borrar las fotos. Alguien tiene una memoria? Tata tiene, me la da. Me tira unas foticos antes de salir, quedaron horribles asi que no las verán. Bueno. Nos fuimos. Ciro, tengo hambre y tengo que comer algo antes de ir porque quien aguanta allí sin comer hasta las 12? Llévame a Graziano’s para comerme un par de empanaditas argentinas. Ciro había comido temprano. Pasamos por Graziano’s. Bajamos y compré dos empanaditas y una botella de agua. Me lo comí allí porque a Ciro no le gusta que coman en su carro. Hace bien. El mio parece un comedor obrero. Ya nos íbamos de Graziano’s cuando suena el teléfono de Ciro. Era Juan. Oigo a Ciro decir: Entonces vas? Me volvió el alma al cuerpo. Lo único que deseaba tanto como ir a este concierto, es que fuera Juan conmigo. Y el sueño se estaba completando. Fuimos a buscar a Juan de inmediato. Gracias que yo tenía hambre y habíamos hecho esa paradita. Dios estaba moviendo hilos. No estábamos lejos de donde él estaba. Ciro me llevo hasta allí, contento porque el siempre quizo que Juan fuera y pudiera disfrutar de esa experiencia, y también porque él, particularmente, no quería ir. Qué le dijiste a tu jefe?... La verdad, bueno, primero le dije que un velorio del primo de una amigo, pero no se lo tragó…. No sabes mentir…igualito que tu madre. Y entonces? …El mismo me dijo, dime la verdad y yo le dije que mi mamá, que Robert Plant, que es a one in a lifetime experience..y el me dijo, dale vete. Y me fui… God bless him! LIFE IS PERFECT.
Llegamos Juan y yo al Downtown y por supuesto, un tránsito horrible para allá y para acá. Dónde parqueamos? Donde sea que ya son las nueve, casi.. En lo que por fin encontramos un parqueo que de paso nos costó 20 cañas, pasó como media hora. Por fin nos bajamos, caminamos hasta el Bayfront Park ya escuchando la inconfundible voz del chico sexanario de los pelos rizados.
Me preocupaba todavía que los tickets fueran auténticos, pero al entrar y dárselos a la señora, ella los escaneó perfectamente y me dijo, adelante, pero Juan todavía estaba trabado con la que revisa las cosas que uno trae. Juan traía su cámara, con dos lentes. Uno de mayor alcance. Ese no lo podía pasar. No kidding? And how is one supposed to take a good picture? Sorry. Bue…Juan tuvo que regresar al carro y dejar el lente allí. Yo mientras lo esperaba me asomé a la parte de atrás del anfiteatro, donde se sienta la gente en la hierba y joder…hierba era lo que sobraba allí. SI no fuera porque tengo buenos amigos en el gobierno…(hey…acabo de trabajar como agente especial del US Census, la que especialmente tocaba las puertas para importunar a los residentes)) juraría que habían legalizado la marihuana en Miami. No se veía a nadie fumando, pero se olía…y mucho.
Vi un par de policías caminando para aquí y para allá, pero….nada” La gente, al parecer, prendía, aspiraban, retenían, apagaban el cabo, miraban para los lados y fuaaaaa soltaban el humo…Cuando venia el guardia, todo el mundo chiflando o tarareando las melodías. En la distancia pude ver a Robert Plant. Joder, me parecía que lo había visto ayer. Igualito que como lo he visto últimamente en sus videos y fotos pero en este caso AHÍ ESTABA, FRENTE A MI, un poco borroso porque a esa distancia yo solo distuinguia la cabellera (no porque estuviera lejos sino porque yo casi no veo) PERO AHÍ…FLESH AND BLOOD…el mismo de los Led Zeppelin, el faco aquél de los jeans apretados, todavía flaco y todavía con pelo...Cuál será su secreto, PERO AHI, FRENTE A MI, en un anfiteatro repleto hasta los bordes. Good for you Mr. Plant! Wow, Robert freaking Plant!
. Por fin llegó Juan. La señora de la puerta con mucha pena, Sorry Sorry…It’s okay. We’re here.Life is good.
Procedimos a pasar a nuestros asientos. Estábamos en la sección 7, casi en el centro, fila G asientos 5 y 6. Si no llega a a ser por la miopía que yo tengo…porque estábamos bien cerca. Se podía ver muy bien, aunque no tan cerca como para sacar buenas fotos. Por supuesto, había alguien ocupando nuestras sillas cuando llegamos. Pero yo ni corta ni perezosa, sin ninguna pena le dije, “Shoo shoo, que esta es mi silla.” Sorry…Sure, I know you’re sorry pero dale. Rápidamente se movieron. Na… el intercambio fue cortés pero firme.
Luego traté de bajar y meterme hasta el escenario como le había prometido al Garrix. Pero una guardiana ella con muchas ganas de hacer cumplir la ley no me dejó pasar. Ella no estaba para mis explicaciones de cuanto yo había esperado ese momento para hacerle una buena foto al tipo…No, you cannot be here. Just a picture. No!. Go to your seat. Just one!…Go to your seat! Sorry. Sorry ni sorry. Volví para mi silla. Bueno, se quedará grabado en mi retina y de ahí me lo pueden sacar cuando inventen la tecnología.
El show estuvo magnifico. Cantó algunas canciones de su nuevo CD con The Band of Joy, que por cierto son cuatro musicasos. Una guitarra, un bajo, un batería y una cantante. Todos fabulosos. También cantó por lo menos un tema de su disco “Raising Sand” y dos o tres temas de Led Zeppelin aunque no los más populares, pero esta vez yo los indentifique todos, porque los escucho todos los días. Canto Tangerine y Thank you, y otra mas que ahora no me acuerdo. El público estaba ansioso por escuchar Led Zeppelin. Y él no tenía mucho apuro por eso, porque él tiene una onda ahora que es mucho más blues y góspel que rock. Me sorprende un poco que las letras de las canciones nuevas son bastante religiosas. Quizá ha vuelto a nacer? I don’t care. A mí me gusta lo que hace y yo sabía que eso era lo que iba a interpretar allí. Yo estaba en el séptimo cielo porque lo estaba viendo a unos pasos de mi, cantando música que yo disfruto, moviéndose con esos movimientos que me son tan familiares de tantas veces que lo he visto en YouTube, y con una fuerza y claridad de voz nada envidiable a sus tiempos de Zep.
Y si alguien estaba más feliz que yo, solo podía ser Juan. He loved it! Le encantó aquello. No lo podía creer. Estaba feliz y consciente de que ésa era una experiencia de una vez en la vida. Cosas parecidas tienen que haber sentido aquellos que han visto a
Terminó el espectáculo con una canción no muy conocida pero que la gente aplaudió con gran entusiasmo. Juan y yo soltamos la garganta gritando. Los demás también, por suerte. Todo el mundo se paró para ovacionar mientras ellos se despedían, pero al desaparecer del escenario en el público no se movio ni un pelo. La gente no paraba de aplaudir y de hacer ruido con algo, golpeaban las sillas. Por allá silencio, nadie salía, pero las luces del escenario seguían encendidas. Así me lo hizo notar el vecinito que teníamos. He’ will be back. Me dijo. Y lo esperamos. Qué bueno! Porque lo que metió de despedida fue tremendo.
Para despedirse cantó dos canciones. Una que no reconocí y luego “It’s been a long time since a I rock and roll,, yeah…phew! Lo que se formó fue de madre, porque la gente había estado esperando ese tipo de número desde el principio. Pero además, qué buen sonido, que bien le quedó, no podía uno pensar que han pasado casi cuarenta años desde que esos temas se cantaron por primera vez. It was AWESOME! Después de eso cantó un numerito de gracias con el que sí, esta vez, cerró el espectáculo.
Me quedé con las ganas de correr, brincar los obstáculos, tumbar a las guardianas, subir al escenario, tirarle los brazos, abrazarlo y besarlo y después dejarme arrastrar esposada hasta el carro patrullero y pasar una noche en Cielito Lindo junto a las meretrices de Biscayne. Hubiese valido la pena la mala noche, pero no pude hacerlo. Las piernas ya no me responden para esas murumacas.
6 comments:
Lo de Robert Plant, el hombre salvaje de las Midlands, es increíble. A sus 61 jóvenes años su energía es envidiable. Cada año se reinventa nuevamente, cambia de estilo, de músicos, así ha sido siempre. Como el dice si siempre hace lo mismo se aburre y cambia,cambia,siempre mirando hacia delante, dejando de lado glorias pasadas y adaptándose a su edad. Nunca he visto en mi vida un hombre tan masculino y femenino al mismo tiempo,esto especialmente en su época joven con Led Zeppelin. Siempre fue un conjunto de talento brutal,una voz poderosa que siempre fue al límite y también podía llegar hacer muy dulce,mezcla de talento y belleza, sensualidad, carisma. En su época en solitario desde los años 80 su carrera fue muy interesante hasta el día de hoy con Band of Joy. En continuo cambio, es lo que yo llamo un artista, se puede equivocar pero siempre es honesto. Por eso se distingue del resto de sus colegas, no repite fórmula, su pasión el la MUSICA.
Robert, bendito tu eres entre todas las mujeres. Larga vida al rey león. Lilian
Lilian, estoy de acuerdo con cada letra y espacio de tu comentario.
Gracias.
Patricia, como veo que te apasiona Robert te recomiendo que busques en Youtube una entrevista del año creo 95 que le hizo una periodista brasileña(Bruna Lombardi).La entrevista tiene dos partes y esta mujer con su talento y belleza logró que Robert hablara de su vida y no dejó tema sin tocar. Es una gran entrevista y ahí podrás conocer mas sobre su vida. Saludos. Lilian
Gracias Lilian, fui a verlo enseguida y como siempre, me quede largo rato mirando todos esos videos que ya he visto mil veces pero siempre me maravillan. El que me recomendaste no lo habia visto. Muy bueno.
Patricia, te comento que me acabo de enterar por la Web Oficial de Robert Plant que ha inaugurado página en Facebook. Se le puede dejar mensaje, es una buena noticia para todos sus seguidores/ras. Saludos. Lilian
Gracias Lilian. Yo recibí también el email y fui a la página de FB y le dejé una notica. Saludos
Post a Comment