Cuando se habla de malos hábitos enseguida se piensa en fumar o beber. Esos son los malos hábitos por excelencia. Pero hay otros, menos malos pero malos al fin, que mucha gente tiene y ni siquiera los considera como tales.
Por ejemplo, un hábito muy dañino para la piel es bañarse con agua caliente, sobre todo en climas tropicales como el nuestro. Ya de por sí la incidencia de los rayos solares, que nos persiguen para achicharrarnos al menor descuido, nos va friendo las células poco a poco hasta dejarnos convertidos en acordiones vivientes, como esos que se ven por Miami Beach de vez en cuando. La piel necesita agua fresca, frutas, alimentos sanos y cremas humentantes para protegerla de los ataques de los elementos enemigos que nos acechan, entre ellos la contaminacion ambiental y la edad.
Pero, y aquí es donde se manifiesta un mal hábito muy generalizado por estas areas calenticas, solemos poner el aire acondionado bien bajito para dormir sabrosos, y luego nos depertamos a las 7 de la mañana tiritando de frio, vamos para el baño, abrimos la llave del agua caliente, dejamos que el baño se llene de humo, que los espejos se cubran de vapor y con la misma nos introducimos en aquella sauna improvisada ajustando el calor del agua al máximo posible sin que nos levante el pellejo.
Por supuesto, no queda un poro en todo el mapa de nuestra humanidad que no se abra en una espectacular mueca de asombro, y por ahi traspasa la epidermis aquella agua recaliente y sobrecargada de plomo (el agua caliente de la llave tiene mucho mas plomo que el agua fria) llevándose, junto con el churre mucho de la frescura y suavidad natural que nos pueda quedar todavía.
Se que alguno dirá: ¡Yo me baño con agua fria! Y quizá otra dirá: ¡Yo me baño con agua tibia! Perfecto, pero yo me estoy refiriendo al otro 98% que se somete todos los días a baño de Maria por puro vicio y también por la incomoda sensación, admito, que provoca el agua fría al establecer contacto con el calor del cuerpo humano.
Como otro cualquiera, el hábito de bañarse con agua caliente es difícil de cambiar.. Pero si usted tiene interés en coservar su piel joven por más tiempo y evitar enfermedades provocadas por la resequedad de la misma, le recomiendo un plan para intentar vencer este mal hábito.
1) Ponga el despertador para las 4:00 AM para que apague el aire acondicionado. Cuando se vuelva a dormir seguramente soñará que esta corriendo en un maratón, o que hay ido a vistar algun círculo de Dante pues despertará sudando a mares. Así su cuerpo le pedirá una ducha fresca.
2) Báñese con su cónyuge. Ni no tiene niguno, levántese a las 4 de la mañana. y apague el aire.
3) Haga ejercicios antes de bañarse
Le aconsejo que tome cualquiera de estas medidas para intentar vencer el hábito de bañarse con agua caliente. Su piel se lo agradecerá.
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