Impresión
Lo encontré todo bello. Ustedes diran “¿cómo es posible?” Es posible porque, el shock fuerte yo lo había sufrido ocho años atrás, en el 2000, cuando regresé o a Cuba después de 20 años.
Aquella vez me pareció que un ciclón de incommensurable fuerza había pasado por la isla bonita y arrasado con todo, dejando un pueblo triste y descascarado en su lugar (y eso que la parte que yo vi que era lo que mejorcito había quedado).
Me dio verguenza mostrarle a mis hijos aquel desastre. Sin embargo ellos lo encontraron todo muy bien, Ya sabían que Cuba era un país en total subdesarrollo y aceptaron todo lo que veían como causa natural de aquel proceso de deterioro del que siempre habían escuchado hablar. Ellos lo que querian era sentirse en casa, en la casa de su abuela, de donde habia venido su madre; conocer a sus primas y pasar unas vacaciones inolvidables. Y eso fue para ellos.
Fue fuerte para mi por por la gran carga emocional de encontrarme con mi hermana después de 20 años, porque fui a conocer la sangre de mi sangre, mis sobrinas; porque hacía mucho años que no veia a mi madre que además, estaba enferma, y porque crecí con el paulatino deterioro y eso no se nota mucho cuando uno lo vive a diario. Pero aquello siguió en picada cuando yo me fui y 20 años después. ¡ PLACATAPLAM! ¿Y aquí que rayos pasó?
Bueno, pasó lo que pasó. El Coco salió del closet. La niña se creyó que era Santi Clo. Lo recibió con una sonrisa, y el Coco se la comió y luego escupió los huesos. Con el huesito más flaquito se limpió los colmillos ( no por pulcro, sino porque le quedó algo trabajo) y luego se fumó un tabaco Cohiba .
Al final, la niña se le pudrió en las entrañas y le desconchinfló el sistema digestivo, convirtiendo al Coco en un guiñapo fantasma en traje de Adidas.
Pero todo eso fue antes. Esta vez era yo iba con otra idea.
¿Y con qué idea ibas, Patricia? – dijo una voz en la lontananza
Esta vez fui a Cuba con la idea de disfrutar la compañía de mis familiares y amigos, de visitar calles y lugares que ya no recordaba, de conocer algunos lugares a los que nunca antes fui, de descansar del trabajo y los importantes asuntos de mi cotidianidad y sobre todo de participar en el fabuloso e inolvidable evento que fue la boda de mi sobrina Patricia (patricia ella y patricia yo, ella por mi y yo para ella).
Aquella vez me pareció que un ciclón de incommensurable fuerza había pasado por la isla bonita y arrasado con todo, dejando un pueblo triste y descascarado en su lugar (y eso que la parte que yo vi que era lo que mejorcito había quedado).
Me dio verguenza mostrarle a mis hijos aquel desastre. Sin embargo ellos lo encontraron todo muy bien, Ya sabían que Cuba era un país en total subdesarrollo y aceptaron todo lo que veían como causa natural de aquel proceso de deterioro del que siempre habían escuchado hablar. Ellos lo que querian era sentirse en casa, en la casa de su abuela, de donde habia venido su madre; conocer a sus primas y pasar unas vacaciones inolvidables. Y eso fue para ellos.
Fue fuerte para mi por por la gran carga emocional de encontrarme con mi hermana después de 20 años, porque fui a conocer la sangre de mi sangre, mis sobrinas; porque hacía mucho años que no veia a mi madre que además, estaba enferma, y porque crecí con el paulatino deterioro y eso no se nota mucho cuando uno lo vive a diario. Pero aquello siguió en picada cuando yo me fui y 20 años después. ¡ PLACATAPLAM! ¿Y aquí que rayos pasó?
Bueno, pasó lo que pasó. El Coco salió del closet. La niña se creyó que era Santi Clo. Lo recibió con una sonrisa, y el Coco se la comió y luego escupió los huesos. Con el huesito más flaquito se limpió los colmillos ( no por pulcro, sino porque le quedó algo trabajo) y luego se fumó un tabaco Cohiba .
Al final, la niña se le pudrió en las entrañas y le desconchinfló el sistema digestivo, convirtiendo al Coco en un guiñapo fantasma en traje de Adidas.
Pero todo eso fue antes. Esta vez era yo iba con otra idea.
¿Y con qué idea ibas, Patricia? – dijo una voz en la lontananza
Esta vez fui a Cuba con la idea de disfrutar la compañía de mis familiares y amigos, de visitar calles y lugares que ya no recordaba, de conocer algunos lugares a los que nunca antes fui, de descansar del trabajo y los importantes asuntos de mi cotidianidad y sobre todo de participar en el fabuloso e inolvidable evento que fue la boda de mi sobrina Patricia (patricia ella y patricia yo, ella por mi y yo para ella).
Por lo tanto, no fui a ver los defectos del comunismo porque esos los noté hace 28 años y por eso me fui. No fui a fotografiar las ruinas de La Habana vieja, porque esas fotos no serían originales…hay una pila de ellas recorriendo el internet. No fui a hacer una entrevista exclusiva a Yoani Suarez, la bloguera cubana de más influencia en el mundo, o algún disidente para después venir a ofrecerla aqui en los medios porque no quiero ningun tipo de participacion en El Negocio de Cuba, del que vive tanta gente. Fui a lo mío, a satisfacer mi egoismo humano, a reirme no a llorar, a celebrar la vida no a maldecir, a disfrutar de la oportunidad, no a lamentarme por lo que nos fue negado antes.
Y logré todo eso aunque siempre me quedé con algunas ganas de hacer más, de ver más, de visitar más gentes, de compartir más, de estar más con mi hermana y más con mis sobrinos, y sobre todo nos quedamos con las ganas de que mis hijos pudieran participar de esa experiencia. Pero ellos no pudieron, porque los nacidos en EU no pueden ir a visitar familiares que no son taaaaaan directos.
Bueno, para finalizar este pensamiento ¡Qué bien la pasé coño! Pero cuidado eh! La pasé bien porque era mi circunstancia. Esa fue mi experiencia. No todos tenemos las mismas experiencias. Quizá a otro de los que llegaron conmigo en el mismo avión no lo disfrutó igual. Quiza a él o a ella le quitaron algo de su equipaje, o le pusieron alguna traba, o le hicieron pasar algun susto, o lo agarro un apagón diario. En fin, cada cual que cuente sus experiencias. Yo cuento las mías.
2 comments:
HOLA PATRICIA YO TAMBIEN ESTADO VIAJANDO, NO A CUBA COMO TU, PERO POR OTROS PAISES POR RAZONES DE TRABAJO. YO NUNCA HE REGRESADO A CUBA Y CREO QUE NUNCA LO HARIA.ALLA NO ME QUEDAN FAMILIARES Y LA MAYORIA DE MIS BUENOS AMIGOS ESTAN AQUI O REGADOS POR EL MUNDO. LOS RECUERDOS LOS TENGO EN MI MENTE. CUBA SIEMPRE SERA LA MISMA CON SUS RUINAS O SIN ELLAS. CUBA ES SU GENTE Y SU GENTE ES CUBA.LOS CUBANOS SOMOS UNICOS Y ESE ES NUESTRO UNICO Y MAS VALIOSO RECURSO. NOSOTROS SOMOS ALEGRES, CHISTOSOS, MENTIROSOS, SABICHUCHOS, CURANDEROS, BRUJEROS, CATOLICOS, CHISMOSOS, HABLA M...Y UN POQUITO EXAGERADOSSSS,PERO ADEMAS DE TODAS ESAS CUBANAS VIRTUDES TENEMOS UN GRAN CORAZON, SIN RENCORES NI MALICIAS, SOMOS MUY LUCHADORES, SERVICIALES Y UNOS EXCELENTES PADRES Y AMIGOS. POR ESO MI AMIGA PAT, CUBA PODRA ESTAR EN RUINAS PERO SU GENTE SIEMPRE SERA LA MISMA. UN VIEJO AMIGO. MUY CUBANO POR CIERTO.
Gracias Viejo Amigo. Asi exactamente yo siento a Cuba y los Cubanos. Estuve mucho tiempo sin ir la primera vez y despues me preguntaba como habia podido prescindir del cariño y el calor de mis amigos y familia por tantos años.
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