Un hombre entró, sin tocar a la puerta, en el cuarto de su hija adolescente y se encontró con un jovencito desnudo.
La chica, una niña de su casa a la que no dejaban andar por ahí, se las había arreglado para colar al novio por la ventana, lo cual estaban haciendo desde hacía más de un año.
El padre, que no sabía ni que la niña tenía novio, enfurecido agarró un caño y le entró a cañazos al infeliz Romeo ocasionándole varias heridas.
Después llamó a la policía, pero al que se llevaron fue a él por asalto a un menor.
Los hijos adolescentes,
Hijos e hijas también,
Cuando piensan, piensan en
Ellos mismos, solamente.
Es la edad efervescente
De locura y distracción,
de hormonas en rebelión
Y es, te digo de este modo,
Creer que lo saben todo
Su más común distinción.
Pero es la edad en que se habita
En inmensa confusión
Y la mayor comprensión
El muchacho necesita.
Si el tuyo se desorbita
Y te da mucho trabajo,
Antes de darle de cuajo,
un castigo, piensa bien,
Hijos e hijas también,
Cuando piensan, piensan en
Ellos mismos, solamente.
Es la edad efervescente
De locura y distracción,
de hormonas en rebelión
Y es, te digo de este modo,
Creer que lo saben todo
Su más común distinción.
Pero es la edad en que se habita
En inmensa confusión
Y la mayor comprensión
El muchacho necesita.
Si el tuyo se desorbita
Y te da mucho trabajo,
Antes de darle de cuajo,
un castigo, piensa bien,
Recuerda que tu también
Jodiste más que el carajo
Jodiste más que el carajo
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