Cuando Illinois se sintió
Tan contento y orgulloso
El gobernador tramposo
Simplemente la cagó.
El hombre, que noto yo,
Tiene gran cara de pillo
Quería pasar el cepillo
Y era el centro de su trama
Vender la silla de Obama
Pa’ engordarse su bolsillo.
Y después que el mundo opina
que debería renunciar
él se ha ido a trabajar
muy campante a su oficina.
Quizá aquí no se termina
Este escandaloso cuento,
Mas para mi este elemento
Debería estar ya en desuso,
Con su nombresito ruso
Y su cara de cemento.
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