El domingo pasé por Coral Gables y de pronto pensé que la ciudad estaba siendo invadida por gigantes babosas rosadas, pero no. Los caracoles rosados componen una serie de 22 esculturas, hechas con plástico reciclable. Su exhibición tiene el objetivo de crear conciencia sobre la protección del planeta.
Primeramente fueron colocadas en diferentes puntos de Miami Beach, pero al parecer allí no tuvieron una calurosa recepción. Algunas fueron pintorreteadas con graffiti, e inclusive, una de ellas fue lanzada a la Bahía de Biscayne, de donde
fue rescatada más tarde por trabajadores. ¡Qué chusmería en esa Miami Beach!
“Estoy muy contenta de que las babosas se exhiban en Coral Gables”, dijo Gloria Porcella, co-dueña de Gallería Ca d’Oro, una nueva galería de la ciudad que patrocina el proyecto. “Si no cuidamos nuestro planeta, nuestros hijos no crecerán en el mismo mundo que crecimos nosotros”, señaló Porcella. (Info prestada de otro webpage. Just google giant pink snails).
Asi mismo, como tiraron la hermosa babosa rosada en la bahía de Biscayne, es como algunas personas tratan el planeta. ¿Qué vamos a hacer? Crear más babosas gigantes, pero unas con un brazo mecánico que coja por el cuello y le haga pasar un susto a los inconscientes que destruyen el arte y el mundo en que vivimos.
No sé por que eligieron a las babosas para esta exhibición, quizá porque la ciencia las ulitiliza (crecimiento y supervivencia) para medir el impacto de elementos químicos en los suelos. Las babobas, como todas las criaturas del planeta, juegan un rol importante en la conservación del medio ambiente. Aunque también pueden ser peligrosas. Cuando yo era pequeña toqué una y luego me metí los dedos en la boca y tuvieron que llevarme de urgencia al hospital porque hice una reacción alérgica tremenda. La boca se me hinchó de tal manera que no la podía ni abrir. Pero bueno, nada que ver con estas que están muy chulas.
¡Babosas Gigantes Rosadas, bienvenidas a Coral Gables!