MI CABALLERO
Por las mañanas
Mi pequeñuelo
Me despertaba
Con un gran beso.
Puesto a horcajadas
Sobre mi pecho,
Bridas forjaba
Con mis cabellos.
Ebrio él de gozo,
De gozo yo ebrio,
Me espoleaba
Mi caballero:
¡Qué suave espuela
Sus dos pies frescos!;
¡Cómo reía
Mi jinetuelo!
Y yo besaba
Sus pies pequeños,
¡Dos pies que caben
En sólo un beso!
3 comments:
Este poema, junto con el Príncipe Enano, son lo más lindo que alguien le ha escrito a un hijo jamás. Larga vida al Maestro.
Absolutamente de acuerdo, Guarda. De manera magistral expresa el amor y la ternura que inspiran los hijos.
Este ha sido siempre mi preferido.
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