Monday, February 28, 2011
Sunday, February 27, 2011
Unfeeling
I don’t feel like writing
I don’t feel like blogging
I don’t feel like thinking
I don’t feel like talking
I don’t feel like smiling
I don’t feel like clowning
I don’t feel like dancing
I don’t feel like joking
I don’t feel like accepting
I don’t feel like expecting
I don’t feel like giving
I don’t feel like getting
I don’t feel like complying
I don’t feel like crying
Don’t feel like remembering
Don’t feel like forgetting
I don’t feel like listening
I don’t feel like praying
I don’t feel like coping
I don’t feel like settling
I don’t feel like opening
I don’t feel like breaking
I don’t feel like agreeing
I don’t feel like complaining
I don’t feel like enduring
I don’t feel like pretending
I don’t feel like promising
I don’t feel like surrendering
I don’t feel like receiving
I don’t feel like delivering
I don’t feel like leaving
I don’t feel like staying.
Monday, February 14, 2011
Los Quiero
En este corazón que tomé del internet para representar el mío, no caben todos los amigos y familiares que quiero, aunque pasen dias meses y años sin contactar con ellos. Se me quedan fuera otros muchos, importantes como los que más, que también están en el que late dentro de mi pecho.
No porque hoy es el día del Amor y la Amistad, sino porque me hace falta decirlo:
Los quiero, los quiero, los quiero.
Sunday, February 13, 2011
Wednesday, February 9, 2011
El Quedao, Qué pasó después....
El Quedao
Sunday, February 6, 2011
Oh Vida!
Hace unas semanas me lamenté de las intrusas orugas que atacaron con voracidad mi preciosa mata de frutabomba (papaya). Una matica que yo misma sembré, que he estado cuidando por más de un año, a la que he visto crecer desde un endeble tallito hasta el esbelto tronco que tiene ahora.
Yo no sabía que esas criaturas eran orugas. Casi ni me acordaba de esa palabra. De todas formas, lo que fueran, yo no quise quitarlas de la planta y matarlas porque me apenaba su voracidad. Tenían hambre. No sé por qué eligieron mi mata, no sé de dónde salieron. Nunca las había visto. Al menos aquí, en esta otra tierra. De pequeña sí que las ví, allá donde nací, en el patio de mi casa, donde la tierra era mi juguete y sus habitantes de temporada mis amigos o enemigos. La palabra oruga me recordó todo eso. Y me recordó de los tiempos en que decia: “cardos ni orugas cultivo’. De dónde saqué yo esas orugas, no sé.
Yo nunca perdí la esperanza de que mi mata volviera a echar hojas. Las orugas la dejaron pelada. Las ramitas que cargaron esa hojas parecían secarse por día. Pero yo la regaba con frecuencia. Me parecía que mientras el tallo no se muriera, mi preciosa mata de frutabomba tendría oportunidad de salvarse.
Poquito después, comenzaron a brotarle minúsculos retoños que en pocos días se convirtieron en las hojas más verdes y brillantes que jamás he visto en mata de frutabomba alguna. Las orugas seguramente le traspasaron alguna vitamina, o le dejaron algún abono que ella supo aprovechar bien.
¡Qué satisfacción! Mi mata de frutabomba no sucumbió al ataque de las orugas. Porque era solo el ritual natual y mágico en que la frutabomba alimenta una especie necesaria en este planeta para que esta pueda fortalecerse, reproducirse y seguir cumpliendo su misión. ¡Qué pródiga!
Y luego, algún día, después de haber alimentado varias generaciones de orugas, mi mata comenzará a ofrecer frutos. Otras criaturas necesitarán el refuerzo de su preciado alimento, lo obtendrán, y quizá me dejen alguno de esos frutos a mí, para preparar mi deliciosa ensalada de espicanas, con aguacate y papaya, con su aderezo de vinagre balsámico, aceite de oliva y miel , sal, pimienta y orégano.
Tuesday, February 1, 2011
Primicia Noticiosa. What are they Cooking?
Sucedió hoy; una de esas extrañas coincidencias que sorprenden, provocando primero un extraño silencio y seguidamente una explosión de risa y entusiasmo.
Claudio González, Director de Mercadeo de Kendall Toyota, y Leo Perez, Gerente General de Toyota of South Florida, tuvieron un encuentro inesperado, pero amistoso, a pesar de ser grandes rivales en la venta local de Toyotas.
Leo Perez y el comediante Carlucho,- quien, de paso, estrenó programa anoche en America TEVE con muy satisfactorios puntos de rating,- esperaban su turno para grabar sus comerciales, conversando alegremente en la cabina cuando de pronto Claudio González abrió la puerta y asomó su conocido rostro.
Después de un momento de silencio, el grupo de personas que se encontraban en la cabina irrumpieron en una algarabía de entusiasmo y los “famosos rivales” se dieron la mano, posaron para las cámaras y conversaron amigablemente sobre la situación por la que atraviesan todos los negocios en La Florida.
-Un momento realmente histórico- comentó Carlucho, quien tomando instantáneas con su iPhone se disponía a poner las fotos en Facebook bajo el título de: ¿Nuevas Alianzas para el futuro de Toyota?