Wednesday, April 15, 2009

Belly...La Recuperación

Dolly jugando en el patio casi recuperada del todo.


Rolly chismoseando

El médico me dijo que iba a tener que mimar a Dolly y darle comidita de bebé y atenderla como un baby por lo menos por dos semanas.

Los primeros cuatro días fueron muy malos para ella. Y para mi. Pero por suerte ella comía por lo menos una vez al día, lo cual me facilitaba darle la medicina: un antibiótico y una pastilla para el dolor. También le mandaron un tubo que contiene un pasta que parece melaza. Me dijo el médico que tratara de ponerle con el dedo mismo un poco de eso en la boca, para que ella lamiera porque necesitaba mantener el azúcar en un nivel normal.

Durante esos días la cargué siempre por la noche para que se acomodara sobre mi y durmiera un rato en mis brazos. Rolly también se subía al sofá, algo que tienen las dos prohibido en circunstancias normales. Las pastillas se las trituraba y mezclaba con la comida. A veces no se comía la comida, y tenâa que volver a triturar pastillas y mezclarlas con la melaza y ponérsela en la boca, a regañadientes.

Tampoco podía bañarla. Al menos por una semana o 10 días. Me preocupaba que no la veía tomar o agua. Comía la papilla, pero no tomaba agua, o al menos yo no la veía tomando. Pero buen apetito tenía.

El quinto día noté que estaba mucho mejor. Venía a buscar comida. Andaba más despierta y se movía más rápido. Me dio mucha satisfacción verla asi. Al sexto día las saqué a caminar un rato. Se cansaron, sacaron la lengua. Y cuando entraron fueron las dos directo para el agua y tomaron bastante. Mi perrita esté sanando bien, gracias a Dios.

Hoy las bañe. Hace diez días que se operó, pero ya el cambio es muy notable. Después del baño las llevé conmigo a dar un paseo en el carro. Llevamos a mi hija al trabajo.
En el camino mi hija manejó y yo estaba con ellas dos encima, sujetándolas para que se asomaran por la ventana. Ella disfrutó el paseo, sacó la cabeza, cogió aire y cuando llegamos a casa corrió otra vez a tomar agua. Durante el regreso bostezó un par de veces abriendo la boca a todo lo que da, algo que hace un par de días no podía hacer. Pude ver su mandíbula, parece normal. Todavía le desmenuzo la comida para que no tenga que hacer esfuerzo masticando. Pero ya come su comida normal.

En cuatro semanas y media tenemos que volver al médico para que le quiten el alambre con el que le arreglaron la quijada. Pero, gracias a Dios, se está recuperando muy bien.

Y Belly ya está en su casa nueva. Los muchachos finalmente se mudaron a un lugar donde la pueden tener. Me alegro por ellos. A veces yo la extraño un poco. Pero Rolly y Dolly, no quieren saber nada de ella.

Belly en su nueva casa



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2 comments:

Anonymous said...

me gusta la cara es muy linda, viva y con cara de jodedora......

Patricia said...

Si, es una belleza, y muy juguetona.